Isidore Niépce y Daguerre
El contrato de la asociación constituida entre Nicéphore Niépce y Daguerre estipulaba : “En caso de fallecimiento de uno de los asociados, éste será remplazado en la dicha sociedad, durante los diez años restantes, por aquel que lo remplace naturalmente.” Después de la muerte de Niepce su hijo Isidoro lo sucede en la sociedad formada con Daguerre.
Pero Isidore no es Nicéphore. Se muestra incapaz de reproducir los procedimientos de su padre. Daguerre aprovecha esta debilidad. Deja que Isidoro acumule los fracasos y se lanza secretamente en la puesta a punto de un nuevo procedimiento que se llamará años más tarde, el daguerrotipo.
Daguerre avanza progresivamente. En 1835, obtiene imágenes positivas con tiempos de toma mucho mas cortos que con la heliografía o el fisautotipo. En 1837, logra fijarlas. Utilizando técnicas aprendidas con Niépce, asociadas a otras completamente originales, Daguerre alcanza un procedimiento completo que produce en algunos minutos imágenes (en la cámara oscura) . La heliografía y el fisautotipo son así remplazados antes de haber sido divulgados.
Daguerre propone a Isidore de divulgar los tres procedimientos, aunque esté convencido que solo el suyo será explotable comercialmente e impone que sea cambiado el título de la sociedad Niépce-Daguerre en una “sociedad bajo razón de comercio Daguerre e Isidore Niépce para la explotación del descubrimiento inventado por Daguerre y el difunto Nicéphore Niépce”. La invención será atribuida a Daguerre al cual será asociado el nombre de Niépce quien pasara sin embargo a un segundo plano.
Después de haber estudiado las diferentes maneras de explotar las invenciones (patente, suscripciones…) Daguerre decide de mostrar su procedimiento a François Dominique Arago, secretario perpetuo de la Academia de Ciencias. Éste queda maravillado y propone que la invención sea comprada por el gobierno francés con el objetivo de “hacer un don al mundo entero”.
Una renta anual de por vida de 4000 francos será pagada a cada uno de los inventores, es decir Isidore Niépce y Daguerre. Este último recibirá una renta suplementaria de 2000 francos por su procedimiento de decorado cambiante del Diorama.
El lunes 19 de agosto de 1839, la Academia de Ciencias procede a la divulgación de los procedimientos de la Heliografía, del fisautotipo y del daguerrotipo. La presentación que de estos hace Aragó, eclipsa instantáneamente los dos primeros. El nombre de Niépce apenas que es pronunciado, es inmediatamente olvidado. Solo el procedimiento del Daguerrotipo es presentado como teniendo un porvenir.
Algunas semanas más tarde, el procedimiento es mejorado y la realización de retratos se vuelve factible. El entusiasmo es indescriptible. En Paris se abren negocios por decenas donde uno puede ir a hacerse « daguerrotipar ». Se inicia la llamada « daguerrotipo manía » que va a expandirse también en el interior, en Europa y sobre todo en los Estados Unidos de América, donde el procedimiento de Daguerre conocerá su mas larga existencia. Daguerre se vuelve célebre en el mundo entero.
Durante ese lapso de tiempo el nombre de Nicéphore Niépce permanece desconocido. Isidore publica en 1841, un peque-ño libro titulado « Historia del descubrimiento impropiamente llamado daguerrotipo, precedido de una reseña de su verdadero inventor Joseph-Nicéphore Niépce ». El hijo del inventor volcó allí todo el rencor acumulado contra Daguerre e intenta justificar su actitud durante los cambios sucesivos que hicieron pasar a su padre a un segundo plano de la invención. Es el comienzo de un largo proceso que verá progresivamente el nombre de Niépce inscribirse con mayor frecuencia en el intitulado de las historias sobre el invento de la fotografía, para ser reconocido finalmente como el inventor de la fotografía.