La máquina de Marly

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Coupe et vue générale de la première machine de Marly
Corte y vista general de la primera máquina de Marly

Los hermanos Niépce responden al concurso para reemplazar la máquina de Marly

En 1807 el gobierno lanza un concurso para que sean propuestos proyectos de máquinas hidráulicas que pudiesen reemplazar en Marly la que servía para alimentar de agua el castillo de Versailles, a partir de las aguas del Sena. Construida en 1684, esta máquina situada en Bougival, sobre el Sena, elevaba el agua con una desnivelación de ciento cincuenta metros, y a lo largo de una distancia de un kilómetro.

Los hermanos Niépce imaginaron un nuevo principio de máquina :
« La teoría de esta máquina que nombramos hidrostática, reposa sobre un principio simple que consiste en el equilibrio de dos columnas de agua cuyas alturas están en relación inversa a la altura de sus diámetros. Una de esas columnas representa la potencia y la otra la resistencia. Para transmitir la acción de la primera no tuvimos necesidad de recurrir al sistema de ruedas y de palancas. La fuerza motriz actúa de una manera directa. Es independiente del movimiento del agua : la pérdida de ese líquido, no sirve mas que para determinar la sucesión de los efectos. Dos cuerpos de bomba, dos pistones, tres sopapas, y un martillo ; hete aquí lo que constituye el mecanismo de la máquina propiamente dicha. […] Esta máquina solamente esta terminada desde hace unos días : nuestra intención es de presentarla al Instituto ».
Carta a L. Carnot. 24 de diciembre de 1807.

La Machine de Marly par Pierre-Denis Martin, 1723.
La máquina de Marly por Pierre-Denis Martin, 1723.

« Usted. no emplea ni ruedas, ni palancas, es una gran ventaja, reconoce […] Lo comprometo a hacer experiencias exactas sobre el producto de esta máquina antes de proponerla. »
respuesta de L. Carnot, 31 de diciembre de 1807.

Dos años mas tarde, el 8 de diciembre de 1809, aportan perfeccionamientos a su máquina : « la máquina a soportado cambios considerables en varias de sus partes. El mecanismo de su movimiento está mejor cuidado : sus pistones reúnen la ventaja de ser mas exactos, con la de ofrecer una resistencia menor. La hemos sometido a pruebas repetidas, de allí resultó que con una caída de cuatro pies y cuatro pulgadas, se eleva a once pies las siete veinticuatro abas partes del agua que pierde ».

Carnot responde el 28 de diciembre de 1809. Esperaron demasiado porque el Emperador ha tomado él mismo la decisión de pedir al ingeniero Périer (1742-1818) de construir una máquina a combustión, dicho de otra manera, una máquina a vapor, para hacer funcionar las bombas de Marly. En comparación con otros proyectos, Carnot aprecia la máquina de los hermanos Népce. Le parece « muy buena » mas simple que las otras. « Me parece también », concluye, « que la máquina no es muy complicada y que con todas las consideraciones no puede más que confirmarse la idea de que vuestra máquina a combustión ha demostrado ya sus talentos. »