1824-1829 — La invención de la fotografía

En 1824, Niépce coloca piedras litográficas recubiertas de betún, en el fondo de una cámara obscura y obtiene por primera vez en el mundo, una imagen imperecedera de un paisaje. Necesita un tiempo de exposición extremadamente largo, de varios días a pleno sol.
El 16 de septiembre de 1824, Nicéphore Niépce escribía lo siguiente a su hermano Claude, que vivía entonces en Inglaterra: «Tengo la satisfacción de poder anunciarte finalmente que, gracias al perfeccionamiento de mis procesos, he logrado obtener una vista tal como la deseaba, aunque apenas me atrevía a esperarlo, ya que hasta ahora solo había obtenido resultados muy incompletos. Esta vista se tomó desde tu habitación, hacia Le Gras; y para ello utilicé mi cámara oscura más grande y mi placa más grande. La imagen de los objetos se representa con una nitidez y fidelidad asombrosas, hasta en los detalles más pequeños y en sus matices más delicados. Como esta contraprueba está casi sin colorear, se puede apreciar mejor su efecto mirando la placa de forma oblicua: es entonces cuando se vuelve perceptible a la vista, gracias a las sombras y reflejos de luz; y este efecto, debo decir, querido amigo, tiene realmente algo de mágico. (…) Mientras tanto, puedes, desde hoy, considerar como demostrado e indiscutible el éxito de la aplicación de mis procesos a las vistas, ya sea en piedra o en vidrio.»
Esta carta marca el nacimiento de la fotografía, que celebra su bicentenario en 2024.

A partir de 1825, utiliza regularmente el cobre como soporte, y luego el estaño en 1826 realizando imágenes grabadas.

En 1827, Niépce va a Inglaterra donde encuentra a su hermano moribundo, incapaz de mostrarle ninguna mejora sobre el motor. Se da cuenta que no podrá obtenerse ningún provecho de esta invención en la cual habían fundado sus mayores esperanzas. Después de haber intentado vanamente de despertar el interés de la Photographic Royal Society por su procedimiento de reproducción de imágenes al cual llama Heliografía, Niépce vuelve a Francia y continua con obstinación a perfeccionar su invento. En 1828, descubre un nuevo método que lleva a obtener imágenes con medios tonos y con una calidad superior. Utilizando como soporte plata pulida y dejando actuar vapores de iodo sobre la imagen en betún, obtiene verdaderas fotografías en blanco y negro sobre metal.
La precisión de las imágenes es sorprendente para la época. El tiempo de exposición es siempre de varios días a pleno sol.

Principio y técnica de la Heliografía en la cámara obscura

El producto fotosensible es el betún de Judea.
Es una especie de alquitrán natural, conocido desde la antigüedad. La gente de esa época lo recuperaban de la superficie del Mar Muerto (en griego lago Asphaltito) donde remonta continuamente del fondo de las aguas. Se lo utilizaba para embalsamar las momias entre los egipcios, para calafatear los barcos o para hacer nivelaciones en Babilonia. En el siglo XIX, se lo sabía extraer también de las rocas bituminosas, que el betún utilizado por Niépce no venía de Judea.

Ver el vídeo sobre el barniz al betún:

Ver el vídeo sobre depuración de la imagen:

Ver el vídeo sobre la inversión por medio del tratamiento al iodo:

1 – Obtención de la imagen al betún de Judea

› Niépce disolvía el betún de Judea en polvo en la esencia de lavanda.

› Desparramaba luego esta solución en una capa fina sobre el soporte (vidrio, piedra, cobre, estaño, plata).

› Por medio de un secado al calor, obtenía un barniz brillante de color bermejo.

› Exponía la placa así emulsionada en la cámara obscura (aquí, la proyección de una diapositiva).

› Después de la exposición, ninguna imagen resultaba visible. Niépce sumergía la placa en un baño de esencia de lavanda diluido, que disolvía las partes que no habían, o muy poco, recibido la luz.

› La imagen obtenida, mirada con una incidencia normal, era negativa.
El tiempo de exposición en una cámara obscura era de varios días a pleno sol.

2 – Utilización de la imagen al betún de Judea

› Para obtener un positivo, Niépce explota esta imagen de dos maneras :
sin tratamiento posterior, a condición de haberla realizado con un barniz excesivamente delgado y sometido a una ligera sub-exposición (a partir de 1827). En ese caso, el barniz era mate y por reflexión, bajo una iluminación rasante, en un lugar oscuro, la imagen aparecía en positivo.

› Atacándola con vapores de Iodo, para obtener una imagen positiva sobre plata (de 1828 a 1831), Niépce disponía la placa en una caja conteniendo cristales de iodo que se evaporaban espontáneamente.

› En algunos minutos los vapores de iodo oxidaban la plata insuficientemente protegida por el barniz. Se formaba en la superficie el metal una capa de ioduro de plata que, una vez el barniz eliminado, se oscurecía bajo la acción de la luz.

› Obtenía entonces una imagen perfectamente positiva.

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