Los procedimientos a base de betún según Niépce

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Photogravure à partir d’un daguerréotype
Grabado obtenida para daguerrotipo

El 19 de agosto de 1839 en la Academia de Ciencias, durante la divulgación del daguerrotipo, la presentación de Aragó del procedimiento de Niépce fue hecha en términos tan negativos que nadie prestará importancia a la heliografía al betún.
El entusiasmo se volcó sobre el daguerrotipo, procedimiento puesto al alcance de todo el mundo, consagrado esencialmente al retrato.

Sin embargo era lamentado que fuese un procedimiento con una imagen única. En ese momento algunos buscaron la transformación de la placa daguerriana en plancha grabada que sirviese para la impresión de la imagen. Ciertos procedimientos fueron puestos a punto. (por el Dr. Donne, en París le Pr. Berres en Viena, Grove en Inglaterra y luego Fizeau en París), pero, muy complicados e inciertos en cuanto a su resultado, no tuvieron aplicaciones a grande escala.

Couverture originale du
Cobertura original del “Pencil of nature” de H.F. Talbot

Cuando el daguerrotipo fue suplantado por el calotipo de Talbot, se pensó que este último procedimiento iba permitir ilustrar holgadamente los libros. Las imágenes eran obtenidas sobre papel y la reproducción múltiple por simple copia de contacto del negativo, sin tener que recurrir a un medio óptico, era mucho mas simple. El método, empleado por Talbot o por Blanquart-Evrard, consistía en pegar manualmente las fotos en los libros.

La técnica era lenta, y mas molesto aún era que las fotografías soportaban mal el envejecimiento y se deterioraban lentamente. Se puso de manifiesto la necesidad de encontrar procedimientos que permitieran imprimir las fotografías de manera permanente.

Portrait de Niépce de Saint-Victor
Niépce de Saint-Victor

Fue entonces que en las memorias se refrescó el procedimiento de Nicephore Niépce, para obtener planchas grabadas. Se trató de adaptarlo para reproducir, no solo dibujos sino fotografías sobre papel traslúcido o sobre vidrio. Entre tanto, el negativo de papel había sido reemplazado por el de vidrio, gracias a la invención de Niépce de Saint Victor.

Con el procedimiento de Niépce, las imágenes fotograbadas habían sido únicamente los grabados cuyos tonos estaban representados por líneas mas o menos apretadas. Por medio de las técnicas del grabado al agua-fuerte, se sabía que cuando un tono es grabado según una zona continua, es necesario darle una granulación al metal para que la tinta pueda ser retenida, sin lo cual sería expulsada en el momento del prensado.
Las diferentes técnicas del fotograbado que serán puestas a punto después de la muerte de Niépce van a resolver ese problema de una manera o de otra. En lo que sigue, citaremos solo los principales procedimientos fotomecánicos desarrollados después de la muerte de Niépce y que utilizaban el betún de Judea como producto fotosensible.
Dejaremos voluntariamente de lado los procedimientos que sobre el mismo principio que el de Niépce utilizaban coloide (albúmina, gelatina, goma) bicromatadas.

Después de Nicéphore Niépce, la segunda aplicación del betún de Judea al fotograbado data del 3 de julio de 1852, cuando MM. Barreswill, Davanne, Lemercier et Lerebours sacaron una patente que consistía “en la aplicación de la fotografía a la litografía, y por extensión, a la zincografía y mismo al grabado”.

Este procedimiento es bastante próximo de los primeros trabajos de Niépce en 1824. Sin embargo, el betún en polvo es disuelto en éter en una solución mas diluida que en el caso de Niépce. La capa desparramada sobre la piedra es así extremadamente fina y por la presencia del grano de la piedra no se forma “no exactamente un barniz, sino lo que los grabadores llaman el grano; observando la piedra con una lupa, se constata que esta capa presenta sobre toda la superficie una especie de fisura regular y surcos donde la piedra es puesta al descubierto”.

El perfil de la capa alrededor del grano se ve en este esquema :

procede-bitume-01-lithophotographie

Cuando la exposición se produce bajo un negativo, este cuanto más transparente es, mas el betún recibe la luz y más se endurece en profundidad. Alrededor de cada grano, la zona del betún vuelta indisoluble será tanto mas importante en la medida en que lo sea la intensidad de la luz, y en el momento de la depuración, la zona del betún que será disuelta en el hueco entre los granos será por esa razón mas débil. Las altas luces se traducen por puntos de betún de tamaño mas importante que en los lugares de las sombras.

Grabando la piedra al ácido alrededor de esos puntos, que serán luego limpiados del betún, se obtiene puntos de gran tamaño para las altas luces del negativo, es decir los negros del original. Estos últimos recibirán en su superficie, la tinta de imprenta, que será transferida bajo la prensa, sobre el papel, dando una tinta mucho mas oscura que la proveniente de las zonas compuestas por puntos de tamaño pequeño.

L.P. Clerc afirma en 1947 que ese procedimiento “ha sido practicado hasta una época reciente en diferentes talleres de cromolitografía”. La originalidad de esta técnica es la de operar no con un barniz sino con una capa mate y discontinua formada con granos minúsculos y muy apretados. De esta manera, es posible reproducir los tonos continuos por medio de una granulación muy fina que autoriza luego el reporte correcto de la tinta.

Claude Félix Abel Niépce de St Victor (1805-1870) era primo segundo de Nicéphore Niépce. Forma parte de los nombres importantes de la historia de la fotografía por haber puesto a punto el primer procedimiento fotográfico sobre vidrio, mientras que los procedimientos precedentes, como el calotipo, producían el negativo intermediario sobre papel.
Llevó adelante toda clase de investigaciones, sobre la producción de fotografías en color, sobre la reproducción de grabados y dibujos por medio de vapores de iodo, y también sobre el grabado Heliográfico a partir de imágenes al betún de Judea.

Niépce de St Victor se interesará solo en la producción de imágenes grabadas sobre metal y no experimentará el procedimiento de inversión al iodo de Nicéphore. Las modificaciones que aportó a la heliografía concernieron la composición de la solución del barniz, la del solvente para hacer aparecer la imagen, la manera de desparramar la solución y por último el método del grabado. El barniz que propuso estaba compuesto de 90 partes de benzina por 10 partes de esencia de limón y 2 partes de betún de Judea. El solvente que utilizaba estaba compuesto de 5 partes de aceite de nafta por una parte de bencina. El barniz estaba muy diluido en un solvente muy volátil. La capa de betún obtenida era de hecho tan delgada que presentaba irisaciones como una película de aceite en la superficie del agua. Las consecuencias eran por un lado la de reducir el tiempo de exposición, dado que el espesor del betún a volverse insoluble era muy fino y por el otro el de poder hacer morder el metal por medio del ácido a través de la capa de betún. Esta siendo tanto mas compacta por haber recibido mayor cantidad de luz.

Una tal fineza de barniz no permite reproducir una grande extensión de tonos como era el caso en el procedimiento de Nicéphore Niépce. En el procedimiento descrito aquí, no molesta la ausencia de reproducción de tonos por medio de los espesores variables del barniz,. En efecto, se trata de fotograbado y la reproducción des gradaciones de tonos es restituida por una variación de densidad de granos que pueden tener todos el mismo espesor de barniz.
La sensibilidad de un barniz es proporcionalmente mejor cuando este es mas fino. Con el barniz de Niépce de St Victor, bastaban 10 minutos de exposición en pleno sol a través de una fotografía sobre vidrio, para obtener un resultado, y dos o tres horas para un grabado sobre un papel traslúcido. Esos tiempos eran muy inferiores a los de la heliografía de Nicéphore Niépce.

Niépce de St Victor descubrió también la presensibilización del betún. Exponiendo el betún en polvo, o en solución a la luz, o al aire durante algunas horas, hay un aumento de la sensibilidad. En el procedimiento de Nicéphore Niépce, la presensibilización era aportada por el calor en el momento del secado del barniz, operación por la cual Niépce de St Victor no pasaba. Pareciera que no observó el envejecimiento de la soluciones de betún (en ausencia de la luz) lo cual también les hace aumentar la sensibilidad después de varios días, e incluso de varias semanas.

Se conservan numerosos documentos impresos, reproduciendo dibujos o fotografías por medio del procedimiento perfeccionado por Niépce de St.Victor.
Citemos por ejemplo el retrato de la emperatriz Eugenia, el de Napoleón III, el del mismo Niépce de St Victor, o una de las planchas zoológicas impresa en 1853 en el libro de fotografía zoológica de Rousseau y Devéria.

Planche extraite de
Plancha extraída de “Fotografía Zoológica de Rousseau y Devéria, 1853

Se conservan numerosos documentos impresos, reproduciendo dibujos o fotografías por medio del procedimiento perfeccionado por Niépce de St.Victor.
Citemos por ejemplo el retrato de la emperatriz Eugenia, el de Napoleón III, el del mismo Niépce de St Victor, o una de las planchas zoológicas impresa en 1853 en el libro de fotografía zoológica de Rousseau y Devéria.

El examen al cuenta hilos muestra muy claramente que las copias de Niépce de St Victor eran inutilizables tal como aparecían después de la mordedura. En realidad servían de guía para el grabador, quien después del grabado al ácido ejecutaba, a la mano, el grabado completo del sujeto, siguiendo las formas y las sombras que ya estaban grabadas.
Solamente el fondo de la imagen no era retocado y estaba compuesto de un grano de agua-tinta obtenido, sea por el método clásico de los grabadores al agua fuerte, sea por el ataque del ácido a través del barniz muy fino y muy atacado por la depuración. Los testigos de la época de Niépce de St Victor confirman que las imágenes carecían de medias tintas y debe remarcarse que aquellas que fueron publicadas eran siempre retocadas por un grabador.

El empleo que Niépce de St. Victor hizo del betún fue particular y único en la historia de los procedimientos fotomecánicos. En efecto, intentó obtener un grabado en medios tonos por medio del barniz al betún no obstante su reputación de excelente impermeabilidad a los ácidos. Veremos que en los otros procedimientos al betún puestos a punto después de Niépce de St Victor, el barniz será siempre utilizado como pantalla ya sea por los ácidos como aislante para los depósitos metálicos por medio de la galvanoplastia.

El procedimiento de Niépce de St Victor no conoció una vida muy larga porque necesitaba siempre de la intervención de un grabador. El mérito de Niépce de St Victor fue como todo pionero, el de abrir la vía a sus sucesores. En el curso de su estudio sobre el procedimiento de heliograbado de Ch. Nègre, J. Borcoman escribe: “El procedimiento de Niépce de St. Victor logró reproducir los grabados al trazo, pero cuando se lo aplica a una imagen de tonos en degradé, los resultados son extremadamente crudos.
En la fotografía, todas las sombras se imprimen como negros intensos, independientemente de sus densidades diversas. Incapaz de reproducir una gama sutil de medios tonos, es a este procedimiento que Nègre se ataca para perfeccionarlo”.

Mientras que los procedimientos de Niépce de St Victor producían una imagen a partir de un original positivo (imagen proyectada en la cámara oscura, grabado sobre papel o copia fotográfica positiva sobre vidrio), el de Charles Nègre (1820-1880) presentaba la ventaja de alcanzar el mismo resultado pero directamente a partir de un negativo como los que se obtienen en la cámara oscura. No era necesario de hacer un contratipo positivo.

procede-bitume-03-gravure-charles negre

En el procedimiento de Nègre (dibujo aquí arriba), las primeras operaciones (preparación del barniz, tendido sobre la placa, exposición en contacto bajo el negativo, depuración en disolvente) son idénticos a los procedimientos de Niépce (a) La imagen al betún de Judea sobre soporte metálico es entonces positiva. Las partes donde el metal está a la vista son las que no deben ser grabadas. Es aquí que se encuentra la originalidad del procedimiento de Nègre. Utiliza las propiedades aislantes del barniz al betún para recubrir las partes puestas al desnudo, de una fina capa de un metal como el oro, menos oxidable que el soporte (acero, zinc) (b).

El método empleado era la galvanoplastia. La placa metálica recubierta de la imagen al betún constituía uno de los electrodos de una pila y se sumergía en un baño de una solución de la sal del metal a depositar. Cuando el depósito de oro estaba terminado, la capa de betún era eliminada (c). Sobre el soporte, las partes que no debían ser grabadas, eran visibles por medio de la capa de oro que las protegía. Cuando la placa era luego sumergida en un ácido, el oro quedaba intacto mientras que el soporte sin protección se grababa progresivamente (d). Nègre obtenía un grabado en hueco limpio para la impresión.

Además el barniz al betún preparado a la manera de Niépce de St.Victor, se dejaba penetrar ligeramente por la solución de sales de oro, lo que conducía a la formación de una fina redecilla dorada, que mas tarde el grabado al ácido daba un grano sobre toda la imagen y facilitaba el fijado de la tinta y su excelente reporte durante el prensado.

Cathédrale de Chartres, Héliogravure par Ch. Nègre. 725 x 480 mm.
Catedral de Chartres, heliograbado de Charles Nègre.
725 x 480 mm.

Gracias a este procedimiento los grabados heliográficos que Charles Nègre produjo se encuentran entre los mas bellos de la historia de los procedimientos fotomecánicos. A título de ejemplo, citemos la vista de la Catedral de Chartres, vano central del pórtico real realizado en 1854, cuya placa tenía una dimensión de 725 x 480 mm. Frente a la calidad excepcional de esta impresión, uno debe admirar la técnica de Nègre para extender el betún sobre una placa de tal dimensión, así como la maestría de las operaciones de depuración, de galvanoplastia, de grabado y de impresión.

Nègre expuso sus “grabados heliográficos” por primera vez en público, durante la Exposición Universal de 1855. Allí recibió la Medalla de la primera clase, con un diploma dibujado por Ingres del cual fue alumno. Nègre, luego deberá hacer frente a numerosos encargos de grabados heliográficos que provenían tanto del arquitecto en jefe de los trabajos de restauración de la catedral de Chartres, como del pintor Corot, del príncipe Napoleón José Bonaparte, e incluso de Nadar.

Por medio de su procedimiento, Baldus realizaba primero una imagen al betún de Judea sobre cobre, según el principio clásico, a partir de una copia positiva que se traduce en negativo sobre el metal (a).

procede-bitume-05- baldus

El dibujo, nos dice L. Figuier en 1869, está formado de un velo tan delicado y delgado que no tardaría en desaparecer en parte durante la permanencia de la placa en el seno del líquido. Para darle la solidez y la resistencia convenientes, se lo abandona durante dos días a la acción de la luz difusa”.
Baldus colocaba luego la placa en el baño electrolítico de una pila y según conectara la placa al polo negativo o al polo positivo, podía obtener una reproducción en relieve gracias a un depósito de cobre (b), o un grabado en hueco por el ataque de la placa (c).
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procede-bitume-06- baldusPodía entonces obtener un grabado al agua fuerte, por la copia en dulce, o un grabado de cobre tipográfico pudiendo ser incluida directamente en las placas de imprenta.

La tipografía necesita tener para las ilustraciones, grabados en relieve análogos a los caracteres de la imprenta y no grabados en hueco. De esta manera, el texto y las ilustraciones pueden ser simultáneamente entintados y prensados sobre el papel, lo que no permitirían los grabados en hueco, que son siempre prensados “fuera del texto”.

Pareciera que el procedimiento de Baldus haya sido aplicado únicamente a la reproducción del dibujo al trazo como lo muestran los ejemplos publicados por Figuier en 1869. Este último escribió, en 1889: “El agente químico al cual Nicéphore Niépce acudía era el betún de Judea.
Ahora bien, es precisamente el betún de Judea el que sirve hoy de materia sensible para producir clichés en relieve por medio de procedimientos fotográficos”.

Uno de los progresos decisivos en fotograbado fue la interposición de tramas para descomponer las zonas continuas en redes de puntos, permitiendo estabilizar la tinta y de reportarla de manera constante sobre el papel. Desde 1853, el inglés Talbot describía la utilización “de un velo de crespón o de gasa negra” ubicada entre la placa fotosensible y la imagen por reproducir, a fin de descomponer el grabado en una multitud de cuadrados minúsculos. En 1859, Bertchold exponía sus negativos sobre una placa de metal recubierta de betún de Judea y luego procedía a una segunda exposición de la placa, pero esta vez a través de un vidrio sobre el cual había trazado una red de finas líneas paralelas, y luego una tercera exposición, siempre bajo el mismo vidrio al cual le había hecho hacer una rotación. Luego de la depuración del betún, obtenía una imagen compuesta de cuadrados, rombos etc.… En 1861, el barón F.W. von Egloffstein aplicó el procedimiento de Berchtold en el establecimiento heliográfico que había creado en Filadelfia. Estuvo encargado de grabar las “Bank-notes” del gobierno federal.

Con respecto a la realización de billetes por medio de procedimientos heliográficos, Vogel escribía en 1833 a propósito de las placas grabadas por Niépce: “se encontraron en la herencia de Niépce esas placas que el nombraba heliografías y que el mostraba a sus amigos en 1826”. Ese procedimiento perfeccionado es empleado hoy para la impresión del papel moneda. Se trata en este caso de obtener un número de placas absolutamente idénticas, para evitar la falsificación de billetes. Muchas personas guardan –sin sospecharlo- grabados heliográficos en sus billeteras.

En 1867 un cierto Amand Durand presentó a la Sociedad Francesa de Fotografía “diversos especimenes de heliografías sobre acero y sobre cobre para copias tipográficas y en dulce”. El autor de esos grabados, que dice emplear el procedimiento primitivo de Nicéphore Niépce, declara preferir “ese procedimiento a los procedimientos basados sobre el empleo de mezclas bicromatadas, porque las copias obtenidas en esas condiciones no pueden, como las copias al betún de Judea, resistir a la mordida profunda de los ácidos”. Las copias de Amand Durand son sin embargo retocadas por medio de los procedimientos ordinarios del grabado.

A. Poitevin, en 1833 cita el folleto: Ensayo sobre los grabados químicos en relieve de M. Motteroz de donde extrae el pasaje siguiente, relativo al procedimiento de un cierto M. Dulos, que merece ser citado como ejemplo de la complejidad de los tratamientos que podía dar lugar la imagen al betún de Judea.

procede-bitume-07- durand-dulos

Esta era obtenida sobre cobre como en todos los otros procedimientos al betún (figura aquí arriba, a) Dulos procedía a continuación a un depósito electroquímico de hierro por medio de una pila.
El hierro se depositaba únicamente sobre el cobre puesto al descubierto y no sobre el betún (b). El betún era eliminado disolviéndolo en benceno (c) y luego se efectuaba un depósito electroquímico de plata. En esas condiciones la plata se fijaba sobre el cobre y no sobre el hierro (d). La plata tomaba entonces el lugar del betún. Dulos eliminaba después el hierro por medio de un ácido (e) y luego volcaba el mercurio sobre la placa. El mercurio formaba entonces una única amalgama con la plata (f).
Esta amalgama constituía un relieve (g) y según si se había reproducido un positivo o un negativo, Dulos obtenía un grabado en dulce o una plancha tipográfica.

Firmin Gillot (1820-1872) litógrafo francés, crea en 1850, la pánicografía, un procedimiento para obtener, a partir de dibujos al trazo realizados sobre piedra litográfica, una matriz propia a la tipografía.

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En 1872, su hijo adapta el procedimiento al tratamiento de imágenes fotográficas al betún de Judea (figura de aquí arriba, a) o a la gelatina bicromatada sobre zinc jugando el rol de reserva. La técnica de grabado al ácido a la cual se le dio el nombre de gillotage era un procedimiento muy delicado que recurría a una serie de ataques al ácido y de entintados sucesivos cuyo fin era recubrir los taludes de las mordidas, para que el mordiente no ensanche los tamaños grabados precedentemente (b,c,c,e). El procedimiento era aplicable únicamente para la reproducción de dibujos o grabados al trazo.

Para aplicar el procedimiento a los otros tipos de dibujo Charles Gillot puso a punto varios métodos con el fin de obtener un efecto de trama o de grano sobre la imagen fotográfica, que era aplicada y luego reproducida por medio del barniz bituminoso. La técnica de gillotage era luego aplicada para grabar el metal. Permitió imprimir las fotografías y conoció un gran éxito. A veces tomó el nombre de fotograbado directo.

Charles-Guillaume Petit es uno de los inventores mas importantes de los procedimientos de transposición mecánica de los medios-tonos de una fotografía, a un sistema de puntos o de trazos de paso continuo pero con un área de impresión mas o menos ancha. Gracias al procedimiento de Petit fue creada la palabra similigrabado. Es uno de los primeros que permitió la impresión de la imagen en semitonos por medio de los métodos clásicos de la imprenta.

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El conjunto de los puntos o trama era fabricado por el intermedio de la imagen al betún de Judea (figura aquí arriba).
Pequeña explicación: “En una plancha de cobre yo hincaba, con la ayuda de una rueda dentada, montada en mi aparato para grabar; líneas con puntos alternados en tresbolillo y sacaba de esta plancha madre una copia en dulce; los puntos eran negros sobre el fondo blanco del papel y esta copia la fotografiaba reduciéndola en alrededor de un tercio, y con el negativo hacía, sobre cobres, ( a grabar posteriormente), una imagen positiva, por medio del betún de Judea (a y b).

Esos cobres eran portadores de una cuadrícula de puntos todos iguales entre ellos (b), preparados por adelantado, listos para servir para la ocasión; cuando se presentaba un encargo no tenía mas que cubrirlos con gelatina bicromatada y a exponerlos bajo el negativo del modelo dado (c) y a morder con percloruro de hierro por medio de filtrado del mordiente a través de la capa de gelatina como se hace en heliograbado (e). Los grandes blancos de la imagen mordían en primer lugar, adelgazando los puntos de betún de Judea hasta convertirlos en puntas de agujas; luego las medias tintas claras mordían finalmente las medias tintas oscuras”. Para estas últimas, la interrupción de la mordida en el tiempo previsto, dejaba el tamaño de los puntos intactos. Por el contrario, una mordida prolongada ataca cada punto en su circunferencia; provocando una disminución de su tamaño hasta formar una punta de aguja en los tonos claros y su desaparición en los blancos. Extracto de la patente sacada por CH-G. Petit en 1890. El conjunto de las operaciones tomaba alrededor de dos horas.

Uno de los primeros ejemplos de imágenes impresas dentro del texto por medio del procedimiento de Ch-G. Petit, son las fotocronografías de Jules Marey, precursor del cine, publicadas en las Actas de la Academia de Ciencias del 3 de noviembre de 1890. Luego de haber expuesto sus fotografías, Marey declaraba: “Solo queda reproducirlas sin alteración por la intervención de la mano del hombre y a copiarlas en un cierto número de ejemplares […].
Los progresos crecientes de la fototipia permiten esperar que pronto su empleo facilitará a los fisiólogos la representación de las fases del movimiento con una perfección absoluta. La figura adjunta, obtenida por el Señor Ch. Petit a partir de un cliché fotocronográfico, es un ejemplo de lo que uno puede obtener por lo pronto en tipografía por medio de su procedimiento”. Nuevamente por medio del similigrabado de Ch. Petit, será reproducida la copia de “La mesa servida” de Nicéphore Niépce, en el texto de la conferencia, en el curso de la cual A. Davanne revelará por primer vez la existencia de esta imagen única.

 

La lista sería larga si uno quisiera citar de manera exhaustiva todos los procedimientos que emplearon el Betún de Judea. Se trata solo de evocar las invenciones mayores alrededor de esta substancia. Citaremos para terminar, la zincografia que conocio un desarrollo considerable en las imprentas gráficas. Seguiremos la muy completa descripción redactada por H. Calmels. Se trataba de un procedimiento planográfico, es decir que la imágen sobre el metal no se encontraba ni en profundidad, ni en relieve, sino solamente constituída, como en la litografía, de zonas hidrófilas y de zonas hidrófobas que expulsaban o retenían la tinta.

procede-bitume-10- zincographie

La placa de zinc perfectamente pulida era primero preparada con la ayuda de una solución a base de ácido gálico y de ácido fosforoso con el fin de formar en su superficie sales hygroscópicas ( ver figura de arriba) que ayudaban a retener el agua y por lo tanto rechazaban la tinta de impresión.

La superficie del metal, preparada de esa manera, presentaba las mismas propiedades que las de la piedra litográfica. Se la cubría de barniz al betún que se exponía bajo un dibujo (a) y que uno depuraba, como en el procedimiento de Niépce (b). Bajo los trazos del dibujo expuesto, el metal aparecía recubierto de sales higroscópicas.
Luego se pasaba la placa por ácido acético que disolvía las sales higroscópicas que no tenían la protección del barniz (c). A continuación, se cubría la placa con un barniz (d) a la goma laca conteniendo un colorante: la fucsina. Se la secaba y se la sumergía en benzeno. La capa de betún era allí disuelta, llevándose el barniz coloreado que la cubría (e).

Quedaban nada más que los trazos del dibujo formados por el barniz a la fucsina mientras que en el resto, el metal estaba cubierto de su capa de sales higroscópicas.
Como en la litografía, bastaba con mojar la placa que retenía el agua salvo sobre el barniz a la goma laca, y luego entintarlo. La tinta rechazada por las zonas mojadas se fijaba solamente sobre el barniz coloreado, o sea, en los lugares de los trazos de los dibujos. Era suficiente de reportar luego esta tinta sobre papel por medio de una prensa. En resumen: el metal era preparado para que se comportase como una piedra calcárea, y luego por un procedimiento fotográfico, el dibujo era reproducido por un barniz que jugaba el mismo rol que el lápiz graso en litografía. La placa en su forma final era completamente análoga a una piedra litográfica. Por esta razón es que a veces este procedimiento se denominó: la litografía sobre Zinc. La ventaja residía principalmente en la ganancia de espacio y de peso en el almacenado de clichés sobre zinc en relación con los de piedra.

L.P. Clerc escribía en 1925: “ El único procedimiento al Betún de Siria, dicho de Judea, empleado durante los comienzos del fotograbado (J.N. Népce, en 1814 y subsiguientes), es abandonado progresivamente por el procedimiento a la Albúmina bicromatada. Este último
modo operatorio que permite obtener los mismos resultados en un tiempo infinitamente menor (…)”. El betún de Judea no parece haber sido utilizado después de 1930 en los procedimientos fotomecánicos.

Para concluir con los procedimientos al betún en los oficios de la imprenta vamos a resumir las evoluciones aportadas al procedimiento de Niépce, recordando que para obtener placas grabadas a partir de fotografías utilisables en imprenta, uno de los avances mas importantes fue la invención de la trama. Ya no era mas necesario que el barniz presente un espesor para traducir los tintes. Estos eran restituídos por la densidad de los puntos. El barniz podía ser entonces extremadamente fino, lo que reducía el tiempo de exposición. Por otra parte procediendo, a una selección de la calidad de los betunes, a su purificación, y finalmente a su enriquecimiento en azufre, la sensibilidad considerablemente aumentada, autorizaba a una manipulación rápida, compatible con un procedimiento industrial, lo que no permitía la litografía de Niépce.

Estos trabajos dieron nacimiento al fotograbado, del cual Niépce es incuestionablemente el inventor.

Actualmente, el principio de la imágenes al Betún de Judea es utilizado en la microlitografía para fabricar los microcircuitos electrónicos (el betún ha sido reemplazado por resinas sintéticas mucho mas sensibles en el dominio de los rayos x y ultravioletas.